Site hosted by Angelfire.com: Build your free website today!
« November 2019 »
S M T W T F S
1 2
3 4 5 6 7 8 9
10 11 12 13 14 15 16
17 18 19 20 21 22 23
24 25 26 27 28 29 30
Entries by Topic
All topics  «
Blog Tools
Edit your Blog
Build a Blog
RSS Feed
View Profile
You are not logged in. Log in
El experto blog 4 2 8 1
Friday, 1 November 2019
10 Principios de psicología que puede utilizar para mejorar su fajas colombianas postparto

Éstos son unos de los nombres que se utilizan para citar a las famosas fajas utilizadas para disminuir la circunferencia de la cintura en mujeres. Quienes promocionan estos artículos aseguran que las fajas, al comprimir tu zona abdominal, van a “entrenar” tu cintura para que se estreche. Así tendrás una figura de reloj de arena. Básicamente es regresar a la etapa de los corsets.

Por si la publicidad fuera poca, igualmente hay decenas de influencers que publican sus fotos utilizando estas fajas. Juran que han visto muy buenos resultados y que sí ven un cambio significativo. ¿Pero es verdad?, ¿Las fajas reductoras son el método más efectivo y beneficioso para tener la cintura que siempre has querido?

En este artículo vamos a ver la ciencia que hay detrás de estas fajas y si realmente son una buena opción o solamente sirven para tomarse fotos con cintura

¿Qué son las fajas reductoras?

En caso de que no estés al día con las Kardashians, te explico qué es una faja reductora. Una faja reductora, colombiana, o como prefieras llamarle, es una pieza de ropa hecha con un material grueso para soportar la presión. Ésta es puesta en tu cintura con un sistema de cordones, ganchos, o velcro. La idea es que esta pieza te apriete todo lo apretable para que, visualmente, se te vea una cintura mucho más pequeña. Obviamente, los resultados de esto se van a notar inmediatamente, pero en el momento, en el que te la quites, tu nueva cintura regresará a su composición actual. Pero, según los productores de estas fajas, cuanto más las utilices, entrenarás a tu cintura para que ya se quede de ese tamaño siempre. Estas prácticas “apretadoras” no son nuevas… sino que ha estado con nosotros desde hace algunos 500 años (al menos). Antes se utilizaba para tapar por completo la figura femenina desde los senos hasta las caderas. En los años 1800, los corsets evolucionaron para resaltar la figura femenina, tratando de lograr la sagrada figura de reloj de arena.

Por el contrario como generalmente le ocurre al ser humano: nos falla la memoria. Te digo esto porque en aquellos años, las mujeres dejaron atrás los corsets por cuestiones de confort y principalmente de salud. Pero para no ser tan duros con las fajas, vamos a iniciar por observar cuáles son los beneficios… ejem… “supuestos” beneficios de usarlas.

Supuestos provechos de las fajas reductoras

En Instagram contamos con muchísima “evidencia” de que estas fajas funcionan y son geniales para una buena salud ¿verdad? … Pues, esto no está del todo claro.

Vamos a interpretar algunos de los supuestos ventajas de las fajas reductoras:

-Ayudan a perder peso

-Disminuyen el apetito

-Mejoran la figura

-Mejoran la postura

Ahora, probablemente te estés preguntando:

¿Cómo es factible perder peso con la faja sin hacer dieta o ejercicio?

La solución a esta pregunta es la transpiración. Cuando usas estas fajas, la temperatura de la region abdominal puede incrementarse significativamente, haciendo que sudes. Pero no hay que confundir “perder peso”, con “perder grasa corporal". La transpiración es un mecanismo de tu cuerpo para regular su temperatura y nada más. Es decir, no va a provocar que pierdas grasa exactamente en donde estás sudando, este es uno de los tantos mitos para bajar de peso. El agua que tenemos en nuestro cuerpo tiene un peso, y cuando sudas pierdes algo de ese peso. Sucede lo mismo cuando tomas agua o comes alimentos, tu peso aumentará inmediatamente.

Si deseas vivir esto en carne propia, un día cualquiera prueba pesarte en estos momentos:

-Acabándote de despertar

-Después de ir al baño

-Antes y luego de comer

-En la noche

Vas a observar cómo fluctúa tu peso en todo el día… y esto no tiene nada que ver con perder grasa corporal. Los líquidos que retienes en tu cuerpo, los alimentos que comes, y otros compuestos que posees en tu organismo, van aumentando o disminuyendo tu peso corporal. Lo que de verdad nos interesa aquí sería ver que verdaderamente el peso perdido provenga de la grasa corporal. Eso no lo medimos con una báscula, sino calculando tu porcentaje de grasa corporal, que es un indicador mucho más seguro para saber si estás perdiendo o ganando peso. Perder grasa corporal es simple (aunque no es tan sencillo), ya que sigue las leyes de la física. Basta con que poseas un balance energético negativo para que puedas perder peso semana a semana, comiendo lo que te gusta, y sin tener que soportar con fajas que te aprietan hasta lo más inextricable de tu alma. Aunque alcanzar este pasivo energético se hace más fácil si se disminuye el apetito… y ese es otro de los supuestos provechos de las fajas.

¿Disminuyen el ansia?

Podría ser… Sin embargo no lo harán por las aspectos correctas. El hecho de apretar tu estómago fuertemente, podría provocar que te sientas llena más rápidamente. Aunque esto no es lo más saludable. Es mejor escoger alimentos no procesados que tengan gran cantidad de vitaminas y minerales, porque estos son los que te sacian más. Te sacian debido a que contienen mucha fibra y a tu cuerpo se le hacen congruentes los alimentos con calorías bajo-moderadas y con muchos nutrientes. En cambio, los alimentos ultra procesados que podemos obtener en los supermercados, son pequeños, con muchas calorías, y con nutrientes casi nulos. Esto manda información contradictoria a tu organismo, lo que provoca que tu organismo esté sin saciedad puesto que está constantemente buscando más nutrientes que tu dieta actual no le está proporcionando. A eso añádele que por lo general no tienen nada de fibra y están llenos de grasa trans (probablemente el tipo de alimento más dañino para el cuerpo humano). No digo que no puedas comer chatarra de vez en cuando, yo lo hago… pero no debe ser tu base alimenticia. De este modo te sentirás con mucho más vitalidad, te enfermarás menos, bajarás de peso más fácilmente, etc. Y todo sin tener que emplear una faja todo el día comiendo porciones de pajarito.

Igualmente, suponiendo que sí, que utilizar la faja reduce tu apetito al hacer que tu estómago se “encoja”… imagínate lo que va a pasar en el momento que te quites esa faja… Lo más probable es que comas hasta más no poder, sufriendo el inevitable mal del puerco. Lo cual no será lo mejor para tu figura.

¿Mejoran la figura?

Sí, muchísimas modelos de Instagram posan con estas fajas y muestran una silueta envidiable… Pero eso no quiere decir que ese sea “su secreto". Lo que no te dicen son las horas que pasan a la semana realizando ejercicio y comiendo como se debe para tener esa cintura. Y es que, al día de hoy, no hay evidencia que muestre la eficacia de las fajas reductoras. De hecho, la American Board of Cosmetic Surgery (ABCS), dice claramente que “un preparador de cintura (faja)”, no va a cambiar drásticamente la forma de tu cuerpo”. E inclusive, si lo lograra hacer por un tiempo mínimo, el efecto se iría a las pocas horas. Y esto es a lo más que puedes aspirar con estos productos. Puesto que si los efectos de las fajas duraran más tiempo, eso significaría que ya hubo un cambio estructural (huesos y órganos). Si este es el caso, el daño causado por la faja será permanente y ninguna cintura pequeña vale la pena si el resultado es un daño a tus huesos u órganos.

¿Mejoran la postura?

Aquí es donde las fajas sin duda podrían ayudar en algo. Utilizar una faja puede causar que mejores tu postura mientras la traes puesta. El problema es que si la usas demasiado, puede debilitar los músculos de tu abdomen, de esto hablaré más adelante. Como vemos, los supuestos beneficios de las fajas son sólo pasajeros, si acaso... Pero el verdadero inconveniente no son los supuestos beneficios, sino los inconvenientes demostrados que causan.

Problemas demostrados de las fajas reductoras

-Son muy incómodas

No puedo decirte que las he usado personalmente porque, ya sabes, un sujeto en faja colombiana no es un espectáculo que la mayoría de personas quiera ver... Pero sí he hallado evidencia que muestra que son muy incómodas. Por ejemplo, en este estudio de 2010, se examinó el “costo-beneficio” de perder peso con una dieta muy baja en calorías. Lo emocionante fue que además analizaron si un corset podría ayudarles a mantener su nueva figura a largo plazo. La investigación encontró que los participantes pudieron mantenerse con la dieta muy baja en calorías (algo muy sorprendente porque no es fácil). Y sobre el corset… resultó que no pudieron sacar ningún dato puesto que la gran mayoría de participantes dejó de utilizarlo a causa de a la incomodidad extrema que les provocaba. Es decir, los participantes lograron seguir con algo sumamente incómodo física y psicológicamente (un déficit calórico agresivo), pero no con el corset. Esto nos habla de lo increíblemente incómodas que son aquellas fajas. Tanto así que pueden llegar a disminuir la circulación de la sangre que llega a los dedos en un 36%. Aunque la incomodidad sería el menor de los problemas, porque también puede afectar cosas más delicadas, como tus órganos.

Problemas con tus órganos

Cuando tomas una faja y la aprietas a más no poder contra tu zona abdominal… es obvio que va a apretar también a tu sistema digestivo. Tu esófago, estómago, y tus intestinos pueden ser afectados. Por ejemplo, la presión ejercida en tu vientre puede provocar que tengas reflujo gástrico. Además puede afectar al diafragma, hígado y riñones. Las fajas ejercen una presión que no es natural para tu cuerpo, y eso puede provocar que algunos órganos reciban menor flujo sanguíneo al estar contraídos. Esto puede afectar su función. Incluso, por la zona donde se coloca la faja, puede apretar demasiado tu vejiga. Provocando “accidentes” involuntarios… Incluso de impactar negativamente a los órganos de tu zona abdominal, igualmente puede afectar a tus pulmones.

Problemas de respiración

Según la American Board of Cosmetic Surgery (ABCS), llevar puesta una faja puede reducir tu capacidad pulmonar entre un 30-60%. También la Universidad de Iowa muestra que los corsets logran reducir cerca del 30% el flujo de oxígeno en tu organismo. Otro estudio del 2018 halló que las participantes que utilizaron un corset, mostraron problemas para respirar más volumen de oxígeno voluntariamente. Esto es verdaderamente un problema debido a que hay quienes usan estas fajas incluso mientras hacen ejercicio.

Desgasta la espalda

Hay estudios que publican que, los corsets especiales para tratar dolores de espalda baja, pueden reducir el dolor en esa zona, ¡ojo!, aquí estoy platicando de los corsets clínicos especializados para tratar la espalda… y no de las fajas “entrenadoras de cintura"... Cuando se utiliza demasiado una faja con demasiada presión, ésta va a reducir la cantidad de trabajo que realizan tus músculos abdominales y los erectores espinales de tu espalda. Por eso no es buena idea tenerlas puesta mucho tiempo, menos aun mientras haces ejercicio; porque los movimientos mucho más efectivos para ganar músculo son los compuestos, y estos activan indirectamente al abdomen. Todos estos problemas son de consideración, pero hay uno que para mí es el malo.

El inconveniente más grande de las fajas reductoras

Uno de los diarios clínicos de mayor reconocimiento, The Lancet, publicó 2 artículos llamados:

Death from tight lacing (muerte por amarrarse fuertemente)

Effects of tight lacing (consecuencias de amarrarse fuertemente)

Los dos artículos hablan sobre lo dañino que pueden ser las fajas; y lo veremos más adelante. Mencionan que inclusive el aprendiz más novato de anatomía puede comprender porqué fajarse fuertemente provoca demasiada presión en órganos muy importantes, interfiriendo con su función y relación con otros sistemas. Curiosamente, hay un libro llamado “Fashion in deformity (moda en la deformidad)”.

Este libro trata de todas las alteraciones físicas a las que se someten las personas para ser más atractivas en su cultura o “para estar más in”. Dentro del libro se hallan, por ejemplo:

- Malformaciones del cráneo

- Malformaciones de los dientes

- Perforaciones exageradas

- Dejarse las uñas increíblemente largas

Y dentro del libro que muestra estas “deformaciones”, ¿cuál crees que cierra con broche de oro? Así es, la deformación de la cintura.

Incluso hace ilustraciones anatómicas para ver la severidad de lo que puede provocar esta práctica, se puede ver como las costillas quedan tan estrechas que se dificulta la respiración. Esto también se ha podido ver con tecnología de rayos x.

El escritor relata que, al realizar estas alteraciones, estamos rechazando el criterio de la propia naturaleza. Perfectamente dicho… Digo esto por consiguiente definitivamente, el mayor problema de las fajas, es que distorsionan lo que es verdaderamente saludable y atractivo. Pasa algo parecido con los hombres y los esteroides: piensan que el objetivo final es tener los músculos más grandes y verse como bestias.

Como bien sabemos, esto no es conveniente en lo más mínimo… y tampoco es atractivo para el sexo opuesto (el 90% de las mujeres prefiere un hombre con un físico trabajado pero no exagerado). Digamos que en las mujeres, pasa lo opuesto, buscan tener la cintura más pequeña a toda costa, pero ese no debería ser el objetivo principal. Se han realizado estudios sobre precisamente este tema, y los resultados son bastante interesantes.

No tiene fajas colombianas en mexico absolutamente anda de malo que quieras una cintura más pequeña. Al contrario, continuamente buscas ser tu mejor versión es un paso hacia adelante. El conflicto es que “más” no siempre es “mejor". Es decir, tener una cintura de Barbie no es saludable y por lo mismo, tampoco atractivo. El motivo por el cuál, la gran mayoría de mujeres quiere tener una cintura más pequeña, viene de razones evolutivas. Hay estudios realizados donde se muestra precisamente esto.

En esta observación se encontró que, mantener las medidas de tu cintura entre 38-50% de tu altura, es un indicador de mayor esperanza de vida.

Por ejemplo, si mides 1. 60 m, entonces debes mantener la circunferencia de tu cintura entre 60-80 cm para mantener buena salud:

Ya sé… con 1. 60 m de estatura y una cintura de 80 cm no estarás bastante contenta... Pero llegar al rango bajo, el de 38% de tu altura, puedes obtener lo mejor de los 2 mundos; ahí sí que tendrás una cintura muy atractiva y también saludable para tu estatura. Así es… no necesitas una cintura de 60 cm como si fuera una regla que no puede cambiarse.

Por ejemplo, si mides 1. 80 m, tendrás una cintura “ideal” de 68. 4 cm; y si mides 1. 55 m tu cintura “ideal” será de 58. 9 cm.

Como ves, son cinturas muy diferentes, pero van acorde a la estatura de cada mujer.

Lo más importante de todo esto, es que estos porcentajes, en especial en el rango bajo de 38-40% de tu altura, son los más atractivos para el sexo masculino.

Y no sólo la proporción altura-cintura es atractiva para el sexo opuesto, sino asimismo la de cintura-cadera. Hay estudios que revelan que la proporción entre cintura y cadera resulta muy importante en cuanto a atracción. Por ejemplo, en esta investigación, se tomaron en cuenta 3 análisis. En el primero, encontraron que la proporción entre cadera-cintura de las mujeres ganadoras de Miss América y las Playmates de Playboy, prácticamente no habían cambiado en los últimos 30-60 años. En los otros 2 estudios encontraron que tanto hombres jóvenes como en adultos de edad avanzada (20-85 años), percibieron a las mujeres con una proporción baja de cintura-cadera como:

-Más atractivas

-Con mayor salud

-De mayor potencial reproductivo

Y este no es el único estudio que habla de esto, sino que existen muchas investigaciones que encuentran que la cintura ideal de la mujer en proporción con la cadera, donde se encuentra más atracción del sexo opuesto y mayor salud, está en la proporción de 0. 65-0. 70.

Existe mucha más información sobre este tema de las proporciones ideales para la mujer, pero lo dejaré para otro artículo para no hacer más largo este. Vale, quizás pienses que lograr esta proporción será imposible sin la ayuda de fajas… ¿Pero que pasa si te digo que ya cuentas con una faja desde el día que naciste?

¿Sabías que tienes una faja ya en tu cuerpo?

Es verdad... Ya tienes una faja completamente funcional para que puedas tener una cintura más pequeña. Tu abdomen se compone principalmente de varios músculos: recto abdominal, transverso abdominal, oblicuos.

El recto abdominal es el que le da la forma de cuadritos al abdomen y los oblicuos son los que se encuentran a sus lados. El transverso abdominal se encuentra justo atrás del recto abdominal y es literal un músculo en forma de faja que rodea todo tu “core” (abdomen y espalda baja). Cuando realizas ejercicios abdominales como el crunch, en el cual haces una flexión utilizando tu abdomen, entrenas más al recto abdominal. Si haces ejercicios laterales como la bicicleta aérea, entrenas más los oblicuos, y cuando realizas ejercicios abdominales isométricos, que son aquellos en donde mantienes una posición estática, como en las planchas, trabajas más el transverso abdominal. Por eso, sería una muy buena idea entrenar tu abdomen con este tipo de ejercicios.

Más aún si acabas de ser mamá y no sientes el abdomen totalmente sano como para hacer crunches,


Posted by raymondpksw619 at 3:57 PM EDT
Post Comment | Permalink | Share This Post

Newer | Latest | Older